Asomarse a un precipicio genera un estado de tensión y de alerta, la adrenalina se agita en tu interior.
El mundo entero parece agolparse frente al abismo del cambio climático. Y en vez de plantear soluciones viables y contarnos las cosas tal y como son, nos venden falsas verdades solo con ansias de seguir ganando dinero.
Nos dicen que no gastemos agua, que no abusemos de la electricidad. Y si bien es cierto que hay que aprender a vivir con menos, a disfrutar sin tanto consumo, no es menos cierto que el impacto del consumidor final no es mas que una pequeña parte de la barbaridad de grandes empresas y multinacionales.
En España se pierde más agua en las obsoletas infraestruturas que la que consumimos en nuestras casas.
Se gasta más agua en campos de golf, cultivos de regadio en zonas que eran de secano y en piscinas en medio del desierto de lo que gastariamos nosotros llenando la bañera todos los días.
Nos asomamos al abismo y la gente ante tal avalancha de datos no sabe que creer, y mientras siguen jugando con nosotros.
Hola Javi.
Estoy seguro de que este blog se llenará rápidamente de hermosas fotografías y de textos reflexivos de calma y tranquilidad. A ver qué tal va la exposición itinerante.
Un saludo.
Shintaro.