Una de las cosas que más juego pueden dar a un fotógrafo a la hora de confundir con sus imágenes es jugar con la perspectiva y las escalas.
En la fotografía de paisaje en ocasiones nos interesa eliminar esa ambigüedad para que el que ve la fotografía se de cuenta de las dimensiones reales de lo que tiene ante sus ojos.
Con la ayuda de las fotografías de varios amigos y compañeros iremos viendo la importancia de este recurso fotográfico.
Comprobaremos cómo una figura humana, un animal o una casa pueden ayudarnos a dimensionar el paisaje y hacernos percibir la magnitud real de este.
Aquí podéis ver dos imágenes del mismo lugar con y sin referente humano. Además de que el autor en la segunda ya tenía estudiada la luz y la marea precisa, al introducir la figura humana nos es más fácil saber que es lo que estamos viendo.
En la alta montaña este recurso se antoja muy importante. Cuando te encuentras ante escenarios sobrecogedores y de gran magnitud es muy difícil trasmitir esas emociones si no somos capaces de que el espectador descubra su tamaño. En esta fotografía no sabemos si estamos viendo un trocito de nieve rasgada hasta que vemos las figuritas humanas.
No siempre tiene que ser una figura humana. Un edificio u objeto reconocible enseguida nos ayudará en este cometido.
Lo mismo nos ocurre ante fenómenos extraordinarios. Podemos sacar una ola golpeando la costa, pero sin esta ayuda extra no podemos imaginarnos la fuerza y tamaño de la misma.
En esta toma se ha jugado un poco al revés. Se podía haber fotografiado solo a la sucesión de aves en su migración. Al incluir el castillo nos ayuda a hacernos una idea de las dimensiones del grupo.
Otros de los escenarios donde esta técnica nos será de gran ayuda será en fotografías dentro de cuevas o debajo del agua. Al ser un entorno cerrado y sin las referencias habituales en el exterior nos sería muy complicado saber si estamos ante un hueco en la pared o ante una gran caverna.
En ocasiones un compañero fotógrafo nos puede servir de referencia, o incluso nuestro propio vehículo.
Sin duda un recurso a tener en cuenta. No se trata de abusar de él, pero en esas ocasiones en las que necesitamos dar esa sensación de grandiosidad nos puede aportar mucho.
Una entrada genial, muy didáctica y bien ilustrada con ejemplos de situaciones muy diversas y no repetidas lo que aún le da mayor valor didáctico.
En cuanto a las fotos poco se puede aportar de su certeza en la composición y su gran calidad técnica de los compañeros que han participado.
Saludos.
Cierto Daniel.
Contar con semejantes aportes ayuda a mostrar una variedad de situaciones que el archivo de un solo fotógrafo tendría muy complicado satisfacer.
Para eso están los amigos!
Otra entrada didáctica de esas que me gustan.
No soy muy de meter referencias en el encuadre, aunque hay excepciones, pero está claro que en ocasiones la foto te la da ese pequeño detalle que nos sirve de referencia.
Siempre interesantes estas «ckases» gratuitas.
Clases, quise decir.
Sooorry
A los que nos gustan fotografiar la naturaleza y sobretodo las marinas y aprovechar la luz del amanecer, lo de meter referencias en el encuadre y sobretodo «figuras humanas» es un poquito difícil, puesto que a la hora que realizamos las fotografías cuesta de encontrar algún modelo dispuesto a integrarse en el paisaje y en la fotografía, (a esa hora están todos durmiendo) je je, por eso quien lo consigue la foto es doblemente valiosa,
Felicidades por esta entrada, como siempre instructiva al máximo, un saludo Javier!
Imágenes muy impactantes en las que capturamos una parte muy bella de la naturaleza. A veces el mundo sin más es el mejor modelo para diferentes estilos de arte. muchas gracias por compartir estas imágenes.
La fotografía de la montaña con los hombres escalándola me ha parecido sensacional, increíbles fotografías y de una factura bellísimas, enhorabuena por el artículo