El fin de semana del 24-26 de julio tendremos un encuentro para la conservación de Jaizkibel. Si queréis saber más o apuntaros pasaros por la web de AEFONA.
Para los fotógrafos este es un lugar lleno de riquezas, sobre todo en lo que a fotografía de detalles y abstracciones se refiere. Desde Aefona decidimos hacer un pequeño taller hablando sobre este tema, y a este servidor le ha tocado intentar dar su visión sobre esta materia.
Como anticipo hemos publicado un pequeño anticipo en nuestra última revista.
ENTRE EL PAISAJE Y EL MACRO
En ocasiones, un pequeño detalle nos puede contar más cosas que la imagen
completa. Un trozo de corteza nos puede sugerir más que un bosque entero. La fotografía de detalle tiene infinitas posibilidades y nos permite desarrollar nuestra imaginación hasta límites insospechados.
Al cerrar el encuadre nos aislaremos del entorno y será más sencillo buscar líneas y composiciones donde el autor pueda interpretar lo que tiene ante sí de una manera más personal. Al aproximarnos, cualquier textura puede ganar en relevancia y las formas y colores ganarán en atractivo.
A continuación, vamos a poner algunos ejemplos y sugerencias con las que sacar el máximo partido a este tipo de fotografía.
JUGANDO CON LAS LÍNEAS
Con la libertad total que nos da la ausencia de referencias externas, cualquier línea cobra doble importancia. Nuestra mente siempre intenta simplificar lo que ve. De esta manera, si colocamos una línea de forma horizontal, la persona que vea la imagen asociará instintivamente esa línea con el horizonte. También podemos forzar diagonales que nos den mucha tensión o buscar el juego entre diferentes líneas para crear un recorrido visual en nuestra toma.
FORMAS SUGERENTES
Un círculo, un triángulo, un cuadrado…; las formas, ya sean reales o implícitas, siempre aportan gran impacto a nuestras fotografías. En ocasiones, una sola forma puede ser suficiente para justificar nuestro disparo y, en otras, la combinación con otros elementos pueden darle un valor añadido.
TEXTURAS
Para resaltar las texturas y volúmenes de los objetos se hace necesaria cierta luz lateral que nos los resalte; en este tipo de fotografías no somos tan esclavos de la luz como en el gran paisaje. Igual que en el macro, nos va a resultar relativamente fácil aportar luz propia o modificar la que hay, de tal manera que podemos buscar una luz adecuada para resaltar. De cualquier manera, estos juegos de texturas pueden aportar una gran personalidad a nuestras imágenes.
EL CONTRASTE
Es fundamental en todas las disciplinas y en este caso cobra mayor importancia. En muchas ocasiones, nos encontramos con entornos de tonos y colores muy similares, haciendo que pueda ser difícil centrar la atención sobre un sujeto concreto. Cualquier elemento que, por color, forma o textura, tenga cierto contraste con lo que le rodea será un elemento de gran impacto visual.
BUSCANDO FIGURACIONES
¿Quién no ha jugado a buscar formas en las nubes?, ¿quién no ha visto alguna vez una cara en un tronco de árbol o en una roca?
Este fenómeno, que muchas veces nos lo encontramos de forma casual, se repite en nuestro entorno de manera bastante frecuente. No todo el mundo tiene la misma facilidad para apreciar estas formas, pero a base de práctica podemos aprender a descubrir cosas que antes se nos pasaban sin darnos cuenta.
Este tipo de imágenes siempre tienen un gran impacto visual, emocional y cognitivo ya que hacen que el espectador se involucre en la fotografía intentando ver qué hay detrás de esas figuras que nos aportan algo reconocible dentro de un entorno de abstracción.
COMPOSICIÓN
Para componer, en cualquier tipo de disciplina fotográfica hay una serie de reglas, patrones o directrices que nos guían a la hora de distribuir los elementos dentro de la imagen. Aunque no se trata de dejar que estas directrices condicionen nuestra creatividad, sí que es importante conocerlas y saber cómo funcionan.
Buscaremos el equilibrio en la disposición de los elementos, pero también será importante el espacio que dejemos alrededor de cada elemento y cómo interactúan ambos.