Bajo este curioso título quiero iros mostrando las fotografías de un intenso fin de semana fotográfico por tierras extremeñas.
En esta primera entrega le toca el turno a las nocturnas.
El viernes, diréctamente llegados de Bilbao ( bueno, hicimos una paradita a comprar queso, jamón, lomo…) nos dirigimos a estas preciosas dehesas.
Aquí las noches son puras, sin ninguna contaminación lumínica. Algo que para un urbanita ya compensaba el largo viaje. Bajo la vatuta ( y flash ) de Iñigo Bernedo fuimos retratando estas singulares encinas. La segunda sesión de nocturnas el cielo nos dió la espalda y se nubló.
Está claro que a estas tomas les habría venido muy bien un poquito de cielo estrellado, pero aprobechamos para jugar con distintas temperaturas de color y usando filtros para los flashes.
En esta última se buscó una temperatura muy alta para potenciar las luces de la ciudad de cáceres.
Los menos osados decidimos irnos adormir tres horitas antes de levantarnos para fotografiar cascadas. Los valientes que renunciaron al sueño fueron recompensados con un cielo cada vez más despejado.
BELAS FOTOS..
Una preciosidad estas nocturas con exposición, me gustan las del cielo estrellado que reflejan el movimiento de la bóveda celeste, aunque debo decirte, que esta última, con esa potenciación queda fenomenal.
Un saludo compañero
Qué buena esta el Jamón…. Los que nos quedamos sin dormir esa noche nos vimos obsequiados por un montón de estrellas y en cuanto se puso la Luna, menudo espectáculo, para repetir, pronto.
Pues mereció la pena!!
Yo vivo a pocos kms del paraje de las fotos y siempre descubro algo nuevo en las imágenes de los demás.
Hasta la próxima visita.
Un saludo
Muy buenas, si señor.. muy buenas nocturnas, un saludo a ti y a Iñigo, saludos. Manu