Escuchando las noticias, lo que pasa en el mundo, viendo como en Japón la contaminación aumenta hasta extremos inimaginables mi lamento quizá os parezca una rabieta de niño, pero hay cosas que hasta te duele la vista aunque cierres los ojos para no verlas. El lugar donde yo vivo tiene una historia industrial que marca todo el paisaje. A pesar de los cambios las viejas fábricas, los suelos contaminados y demás residuos siguen siendo parte de nuestro entorno. Esto hace que las pequeñas cosas que van mejorando te las vas apuntando como pequeñas victorias. Cuando yo era pequeño, la ría de Bilbao era una especie de chocolate espeso y maloliente que recorría como una herida abierta todo el territorio. Hoy en día, lejos de ser una maravilla las cosas han mejorado. Las fábricas han ido cerrando y tanto la ría como sus márgenes se han ido conciliando con sus pobladores. Hece ya unos meses, paseando tranquilamente por su orilla me llevé un golpe terrible. Como si de un madero a la deriva se tratará una bombona de butano flotaba rio abajo. Me quedé alucinado, pensando en la manera en que podía haber llegado esa bombona a parar ahí. Sin duda llegaría al mar a engrosar la cantidad de basura que acumulamos en nuestras costas. Me olvidé por completo de la bombona hasta que el otro día decidí visitar una cala no muy alejada de la desembocadura de la ría. Hay estaba, no exactamente donde la veis en la foto, pero hay, entre las rocas. Quise pensar que era la misma y no que se tratara de una especie de ruta migratoria habitual de bombonas. Hice la foto y alejé de nuevo la bombona de la orilla para evitar que de nuevo se hiciera a la mar. Quizá una bombona entre todas las cosas que suceden en el mundo no sea nada. Quizá sea una falta de respeto quejarse por algo así cuando hay problemas más graves. Quizá si, pero yo no lo siento así.
Aun con la bombona en la cabeza me concentré en la belleza que tiene ese lugar. Una pequeña zona rocosa que con la marea alta forma este pequeño continente en miniatura con sus islas y su mar.
Cargado como estaba con el equipo y el trípode se hacía imposible sacar la bombona de ese lugar, ya que el aceso no es muy bueno, pero tocará volver sin el equipo y quitarlo.
Si, ya se que esa bombona solo es un pequeño grano de arena en medio del universo, pero es mi grano de arena y mi universo.
La foto de la bombona todo un poema!
HDR?
Un saludo!
Hola Estrella. Y tanto que poema. La foto no tiene ni hdr ni tratamiento por zonas. Un filtro de desidad neutra y un inverso.
Bonita reflexión… las pequeñas cosas son las que cambiarán el mundo… yo só lo creo.
Por cierto que la bombona «salva» la foto, jeje.
Lo malo, creo yo, es que hemos arreglado muchas cosas en «nuestra» casa… para ir a estropearlas a otro sitio… No me quiero ni imaginar cómo serán las zonas industriales de China, Vietnam o Thailandia… pero miedo da… y es también «culpa» nuestra…
En fin, que es un tema interesantísimo y que podría ir derivando en otras historias… infinitamente. Saludos.
PD: la última foto… para no dejar bocado, macho. Agur!
Hay una iniciativa, S.O.S. paisajes de mar, capitaneada por Benito Ruiz que también trata del tema, quizás mas en una vertiente inmobiliaria y de urbanizaciones pero si cada uno aporta su granito de arena….es que somos muchos que queremos lo mismo, al final lo vamos a conseguir!!!
La foto con marea alta es tremenda, menudo momento de luz.
Felicidades!
Tras estos atentados ecológicos, sea una explosión de plutónio ( como acaban de decir en las noticias), una urbanización donde no debe, o una bombona de butano a la deriva, radica una falta de respeto a algo que no es nuestro, el planeta Tierra que vamos a dejar en herencia a nuestros hijos. Me ha impactado que han comentado en las noticias que en 30 KM a la redonda de la central de Japon, no se va a poder vivir nunca mas, va a quedar excluida para siempre. Esto queremos para nuestros hijos. Nos han dejado en herencia un tesoro y nos lo estamos cargando. Tu acción, aun pequeña destila lo que a muchos les falta. Piensa globalmente, actua localmente.Saludos. La foto dela bombona tiene su que !!!!
Tu conciencia ambiental, como amante del medio natural que me consta que eres, es muy loable y la comparto al 100%.
Esas recuperaciones son pequeñas victorias las cuales no serían necesarias si los hombres no nos hubiésemos cargado los ecosistemas en los que vivimos o compartimos con otros seres vivos.
No se trata de enarbolar la bandera ecologista y reivindicar sino aplicar el sentido común. Un sentido que cuando yo estudiaba en el instituto mis profesores de ciencias nos decían que era el menos común de los sentidos, y ahora que soy yo el profesor de ciencias me entristece tener que corroborar la afirmación.
Acabas de tocarme la fibra con tu explicación y me has deslumbrado con la belleza de la última fotografía de la entrada.
un abrazo!