La fábula del coyote y el correcaminos , Susurros de la naturaleza.

Ultimamente el exceso de actividades me impiden publicar todo lo que quisiera en el blog. El blog ha sido la semilla de muchas cosas… la revista LNH, el libro de «susurros» así que aprovecharé para devolverle algo de actividad al blog con el fruto de sus hijos, jeje

Intercalado con contenidos nuevos iré publicando alguno de los textos de «susurros de la naturaleza». Algunos publicados en el libro y alguno más reciente.

Quisiera empezar con un texto al que le tengo mucho cariño y así volver a agradecer a Jose Fco. López su amistad y su participación en este texto que también es suyo.

La fábula del coyote y el correcaminos.

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Es curioso como a la mayoría de nosotros, cuando de pequeños disfrutábamos de estos dibujos, siempre queríamos ser el correcaminos. Listo, rápido y con suerte. Por otro lado nos reíamos del coyote, siempre le pasaba algo, la piedra que tenía que caer sobre el correcaminos le aplastaba a él o la trampa que había ingeniado saltaba en el peor momento.

Hace poco, hablando con un amigo sobre las virtudes que debe tener un buen fotógrafo me abrió los ojos sobre la injusticia que había hecho desde pequeño con respecto al coyote.

En realidad éste tiene unas virtudes extraordinarias. Si lo pensáis bien, a pesar de no ser rápido siempre está a punto de coger al correcaminos. Es un tío tenaz y persistente. A pesar de la cantidad de infortunios que le persiguen nunca se desanima ni ceja en su propósito. Además es un innovador nato, ayudado por la marca ACME siempre está buscando nuevas maneras de conseguir su propósito. Sin duda el I+D del coyote es digno de admiración.

Ahora trasladad esto al mundo de la fotografía de paisaje y naturaleza y, sobre todo, a las cualidades que acompañan a los afanados fotógrafos de esta disciplina.

Sin duda algunos tendrán más de correcaminos, gente con suerte que parece estar siempre en el momento adecuado, en el momento decisivo de luz, o justo cuando una cría de ave realiza su primer vuelo. Fotógrafos que captan con el primer disparo la esencia de un lugar y parecen tener claro cada click que realizan.

Otros, sin embargo tienen más de coyote. Las nubes que buscan parecen rehuirlos y la presa se esconde justo cuando llegan. Sin embargo no se desaniman nunca e insisten. Repiten madrugón tras madrugón hasta que dan con ese cielo soñado. Aguantan en el hide hasta que consiguen lo que buscaban. Inventan cacharros o prueban nuevas técnicas buscando imágenes sorprendentes.

Si me preguntaran cuáles son, bajo mi punto de vista, las características que debería tener un fotógrafo de naturaleza parece que la rapidez, la agilidad, el riesgo, la inteligencia, la alegría, los reflejos y la intuición…

Algunos pensarán que estas características son suficientes para conseguir el éxito, para conseguir esas imágenes soñadas.

Pero no debemos olvidar que el coyote, de quien siempre nos reímos por la mala suerte que tiene, dispone de una serie de valores que debemos tener en cuenta y añadirlos a nuestro “saco” de los talentos. Representa la constancia, el tesón, el sacrificio, la motivación, la innovación, la planificación…

Quizá el fotógrafo total necesite de las cualidades de nuestros dos amigos, bueno, o por lo menos, intentarlo.

Sería algo así como el Coyocaminos, jeje.

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Una respuesta a La fábula del coyote y el correcaminos , Susurros de la naturaleza.

  1. Julia Silva dijo:

    Que buena comparaciones . Yo en este caso seria el coyote . Y añadiría que la suerte no es para quien la busca , si no que es para quien la encuentra. Espero que como buen coyote, algún día encuentre la suerte y haga esa gran fotografía ….