ἓν οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα, hèn oîda hóti oudèn oîda. Susurros de la naturaleza

Texto perteneciente a la sección «Susurros de la naturaleza» de la revista LNH

ἓν οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα, hèn oîda hóti oudèn oîda

Solo sé que no sé nada. Algo así decía un antiguo filósofo griego. Y ciertamente algo así es el discurrir en este mundo de la fotografía. Según vas aprendiendo cosas, buscando patrones, más cuenta te das de lo poco que sabes.

Empiezas un poco por instinto, coges la cámara y casi a ciegas intentas capturar aquellas cosas que te atraen. Cuando empieza a gustarte lo que ves te das cuenta de que algo falla y das un paso al vacío…

Solo sé que no sé nada.

Decides aprender a fondo el manejo de la cámara, diafragma, enfoque, rango dinámico, hiperfocal…   Cuando empiezas a controlarlo ves que necesitas algo más…

Solo sé que no sé nada.

Estudias la luz, la composición. Un nuevo mundo se abre a tus ojos. Empiezas a ver formas, líneas, colores, contrastes. Cuando crees que tienes todo bajo control, te das cuenta que no es así…

Solo sé que no sé nada.

Buscas romper con lo establecido. Encontrar tu propia forma de ver lo que te rodea, plasmar parte de ti en la foto que estás tomando. Cuando crees que has encontrado tu estilo, te das cuenta de que falta algo…

Solo sé que no sé nada.

Quizá sea hora de volver a salir a fotografiar solo por instinto, quizá, tal vez. Qué se yo…

Solo sé que no sé nada.

verde

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