Tras nuestra última noche en Neouville solo nos quedaba el amanecer, y todo hacía presagiar que la niebla nos chafaría todo. Aun de noche sonó el despertador y al asomarnos fuera de la tienda nuestras peores pesadillas se hacían realidad. Una niebla cerrada rodeaba todo y prácticamente habíamos decidido abandonar cuando una última mirada al cielo nos mostró una estrella.
No hacía falta mucho más para animarnos. Manos a la obra y a probar suerte. Según nos acercábamos al encuadre empezó a despejarse, y hasta empezamos a temer que nos quedáramos de nuevo sin nubes.
Por suerte el momento en el que el sol hizo acto de presencia alguna nube teniamos y nos regaló este momento.
Es curioso como a pesar de esperar y buscar estos momentos, cuando estos se producen, no dejan de sorprenderte.
una maravilla estas fotografías! un regalo para el fotógrafo! me gusto mucho hacer senderismo en los Pirineos. un abrazo
Ces photos sont splendides !! Quelle chance d’être là, au milieu de ces montagnes …
Ahí, ahí, ahí… esa es la entrada que andaba esperando yo!!! Sí señor… pedazo de amanecer. Seguro que los habrá habido mejores, pero aquel nos supo a gloria en aquel momento.
Unas fotos fantásticas ( para mi especialmente las 2 primeras )… mereció la pena el esfuerzo.
En la tercera bajaría un pelin la saturación de los rojos sobre las nubes, se ven un pelín forzados los clores… ( es mi simple opinión sincera ). Un abrazo.
Se ve que no dejaste pasar ninguna de las oportunidades que te brindó la estancia, eh?!
Muy buena serie la de esta cuatrilogía de «Soñando luces en Prineos»
FELICIDADES!!!
Muy guapas todas, Javi… buen trabajo! Es una zona preciosa, pero no es fácil encontrar fotos con gancho 🙂
k sensacion de paz da soñando luces en pirineos. gracias por bajarlas javier.